Otro dato relevante es que el 60% de las personas estudiadas afirman conocer el perfume de su actual pareja y sólo el 10% recuerda el de algún ex.
El olor de un aroma en concreto nos revela que el mismo actúa como un gran archivo de recuerdos, más de lo que se preveía, actuando como un gran disparador de recuerdos.
También es cierto que un perfume no siempre huele igual en todas las personas, porque el mismo esta condicionado por factores intrínsecos y biológicos, como el PH de la piel, la flora microbiana, los cambios hormonales o la higiene personal.
A cerca del 60% de los encuestados no les afectaría que su nueva pareja utilizara el mismo perfume que su ex y esto se justificaría por lo expuesto en el párrafo anterior.
El aroma y los olores no solo evocan recuerdos sino que también influyen en el estado de ánimo. Más de un 40% de las personas eligen ponerse un determinado perfume según su estado de animo y el 30% según lo que tengan planeado hacer ese día. Lo expuesto demuestra la influencia del perfume como potenciador del estado de animo y la energía para comenzara el día
Por otro lado, casi el 60% ha regalado un perfume para una ocasión especial y el 30% lo hace habitualmente.
LA ATRACCIÓN Y LAS FEROMONAS
De acuerdo a un estudio realizado por la revista Physiology and Behavior, un perfume femenino mezclado con feromonas sintéticas actúa como imán sexual y aumenta el atractivo de las mujeres, incrementando a su vez sus relaciones con los hombres.
El estudio concluye que de 36 personas investigadas, el 74% de las mujeres que llevaban su perfume mezclado con feromonas triplicaban determinados comportamientos, tales como: frecuencia de besos, caricias y muestras de afecto, acto sexual, dormir cerca de su pareja y citas formales con hombres
Por el contrario tan sólo el 23% de las mujeres a cuyos perfumes se les había adicionado un placebo mostraban un incremento en los comportamientos descritos en el párrafo anterior.
Los investigadores concluyen que las feromonas disparan en el hombre una señal biológica de que ella puede reproducirse y él adopta un comportamiento romántico para garantizar el tener relaciones con ella.
No es un olor que se pueda detectar ni en el hombre ni en la mujer pero es una química que influye en el deseo del hombre de mantener un contacto sexual.
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